Los Zhang – Fu y los Cinco Elementos
En el artículo anterior explicamos cómo la energía en nuestro cuerpo, y en la naturaleza, se rige por el Ciclo de Generación y el Ciclo de Control o Destrucción, creando un equilibrio armonioso entre los Cinco Elementos, en el que todo fluye.
La Medicina Tradicional China considera que hay doce órganos principales, a cada uno de los cuales les corresponde un meridiano o recorrido energético, dando lugar así a los Doce Meridianos Principales.
Estos doce órganos se dividen en órganos Yin (Zhang), ubicados en la parte más interior del cuerpo, y vísceras u órganos Yang (Fu), ubicados en la parte más exterior, y entre ellos mantienen una relación Biao – Li, creando parejas energéticas que nos permiten hablar de un órgano y su acoplado.
LOS CINCO ELEMENTOS
Cada pareja de órganos forma parte de uno de los Cinco Reinos Mutantes o Cinco Elementos, que son: Agua, Madera, Fuego, Tierra y Metal, y está regida por las propiedades del elemento al que pertenece.
Al identificar a cada órgano con el elemento al que pertenece, se puede trabajar con ellos siguiendo el Ciclo Sheng de generación, o el Ciclo Ko de control o destrucción.
Puedo conseguir diferentes objetivos dependiendo de lo que se busque y del contexto en que se utilicen los ciclos energéticos.
Si buscamos el mantenimiento de la salud y el bienestar, trabajaremos los ciclos energéticos a través de técnicas apropiadas para tal fin: Acupuntura, Tui Na, Tai Chi, Chi Kung, Meditación… Y a través de ellas conseguimos:
- una regulación general
- mantener el equilibrio, en el caso de que todo fluya correctamente
- tonificar o dispersar la energía de un órgano cuando aparece un desequilibrio
Si por el contrario estamos trabajando con las Artes Marciales Externas, especialmente Kyusho Dim Mak, lo que buscamos es generar una reacción concreta en el cuerpo por medio de los puntos de presión y así aumentar la efectividad de nuestras técnicas. Y para esto es imprescindibles conocer el funcionamiento de la energía en el cuerpo y el fluir de los ciclos energéticos.
Nuestro cuerpo posee puntos que nos pueden doler e inmovilizar, pero también aliviar y curar, son las dos caras de la misma moneda, el Yin y el Yang que forman el Tao.